Desde hace no mucho tiempo estuve soñando despierta, pensando en cómo sentiré cuando me enamore, me enamore de verdad… imaginando cosas tal vez llenas vacíos de tu interior que estás haciendo tú misma.
Quiero una historia de amor, complicada. Lo que yo quiero decir es que, no quiero que mi amor verdadero –o al menos eso crea- sea alguien que me presentó el amigo del hermano de una amiga, no quiero conocerlo en el colegio, no quiero conocerlo en la universidad ni ningún círculo de social. Eso sería muy fácil y no lo quiero porque he oído que lo que fácil llega fácil se va, así que mientras más enredado sea todo nunca se irá, nunca me dejará.
Yo quiero que sea parte del destino, que me dé con el carro porque estaba distraído al volante –sí, como en las películas- conocerlo en algún concierto o que me dio suelto de un billete cuando no tenía en algún restaurante, que me de una sombrilla cuando llueva inesperadamente o vernos en algún museo o teatro, sí, eso quiero.
Y confío firmemente en que alguien allá fuera y no sé cuantos kilómetros de distancia, me está esperando, y por supuesto mi corazón por él también.
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