-Brindo por todas esas veces que pensabas que era el fin del mundo. Y para que te veas ahora y pienses. ¿Tal malo era?... Los dolores sirven para dar fuertes gritos, no para vivir con ellos toda la vida, simplemente para aprovechar el momento en donde nos afectan y descargar furia; porque todos tenemos un poco de eso en nosotros y no es ilegal poseerlo, pero es indigno vivir toda nuestra vida con esa furia. Así que brindo por eso, por aquellos dolores que nos hicieron aprender cosas que un profesor de Matemática o francés no pueden enseñarnos. Y, por ser quienes somos ahora.
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