lunes, 20 de junio de 2011

Hace frío, no lo siento en mi piel pero sé que lo hace. Está ahí, entre nosotros dos, como si nos atacara, o ME atacara, ya que veo que en tu mundo dejé de existir hace tiempo. Cada vez que intento hablarte tu frialdad se apodera de mi mente y hace que me estremezca. Raro, porque el calor que hace es infernal. Un infierno, eso es lo que hay entre nosotros. Solo que en vez de quemar está frío, seco, sin sentimiento ni compasión, mucho menos amor (cosa que dudo que alguna vez hayas sentido, o al menos con lo que respecta a mi) Debería decirte TANTAS cosas que pienso, y no son cosas lindas, ni palabras como "te amo, siempre voy a estar con vos" que hace tiempo solía decir. No, son verdades que suenan en mi mente cada vez que te recuerdo, verdades que se apoderan de mi auto control y hacen que haga cosas que, en serio, no le deseo a nadie. Pero no, mi sentido común (que me bien me conoce) me advierte que espere a que pase la tormenta, que calle, que mañana será otro día y que, si abro la boca, me voy  a arrepentir a tal punto de tener que pedirte perdón, cosa que TODOS SABEMOS... no es justo, para nada, no después de lo que hiciste, no después de todo lo que me hiciste pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario