Los sueños son como las mariposas. Sabemos que existen, las vemos aleteando a nuestro alance, pero sabemos que es “inalcanzable”; nos quedamos perplejos ante sus belleza, respetamos su libertad, admiramos su revolotear sin preocupación...Y solo pocos la pueden tener en sus manos, solo algunos logran correr tanto como para alcanzarlas, y al final se dan cuenta de que lo importante no es a verla atrapado, si no todo lo que aprendiste al tratar de alcanzarla.
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